El trabajo de rehabilitación se basa en recuperar la esencia natural del animal. Evaluaremos la situación del perro, trabajaremos programas específicos para cada caso que sólo serán posibles con la participación de los dueños; el trabajo personal es el pilar para la verdadera recuperación del animal, ello conlleva un esfuerzo de superación personal, entrar en un estado de sumisión donde abriremos la mente para captar las necesidades que debemos cubrir en nuestros perros y las que queremos cubrir en nuestra mente, corazón y cuerpo; así y sólo así, podremos entrar en un canal de comunicación real en todas las situaciones del día a día en la convivencia con nuestros canes.

Al hablar de rehabilitar, de devolver la esencia de animal, hemos de entender que somos los humanos los responsables de dichos comportamientos, de trabajar bajo la autocrítica y con la humildad para recibir y dar todo cuanto sea necesario para el bienestar físico-mental de nuestras mascotas.

Las técnicas, metodologías, el programa en si de rehabilitación será evaluado después de la primera visita con los propietarios. Se entregará previamente una ficha con las descripciones de los comportamientos del perro, los objetivos, entre otros datos como el tipo de raza, edad, etc

En caso de presentar problemas o trastornos de carácter aparentemente físicos, se realizara una visita al veterinario para descartar cualquier tipo de enfermedad que pueda interferir en su comportamiento.

Las propiedades del agua nos ofrecen un medio perfecto para el trabajo de rehabilitación físico y mental del animal. El medio acuático nos permite una manipulación más agradable y fácil, de cara a realizar los diferentes ejercicios con nuestros canes.

Los humanos utilizamos el agua para varios propósitos recreativos, entre los cuales se encuentran la ejercitación y la práctica de deportes. Las riberas de los lagos, las playas, las piscinas, son lugares populares de relajación y diversión. Algunas personas consideran que el sonido del flujo del agua tiene un efecto tranquilizante. Estas características únicas del agua producen a nivel psíquico una sensación de bienestar integral y de libertad, y a nivel físico permiten que todos los músculos se relajen y se estiren ayudando a mejorar la movilidad, aumentar la fuerza funcional y el tono muscular, mientras reduce el dolor en los pacientes con algun problema puntual, como los perros con displasia de cadera u otros posibles trastornos o accidentes puntuales en su aparato locomotor.

El agua nos permite acceder a un medio de ingravidez, donde el cuerpo sufre menos las tensiones físicas de movimiento, y donde podremos aplicar el concepto de ¨reto mental¨, para activar el cerebro de nuestros perros; antes de comenzar a trabajar en un medio acuático, trabajaremos la vinculación con el perro, para transportar ese respeto y confianza a dicho medio, generando una buena asociación. Con los perros que por instinto y/o aprendizaje ya tienen una buena relación con este medio, trabajaremos los tiempos de espera a la gratificación, la motivación, el ejercicio, la recompensa, entre muchos otros factores que dependerán de las circunstancias específicas de cada individuo.